Desafíos post-transferencia, rendimiento y rentabilidad en Salmón del Atlántico

La transferencia de salmones desde agua dulce a los centros de cultivo en mar marca una fase crítica en su ciclo de producción. Este proceso, que es necesario para su desarrollo expone a los peces a una serie de estresores que pueden impactar de manera negativa en su salud, bienestar y en su crecimiento, y como consecuencia, en la biomasa, el rendimiento de la cosecha y la rentabilidad de la producción. En este artículo, exploraremos los principales desafíos post-transferencia en Salmón del Atlántico y cómo mitigarlos.

Post-transferencia: una etapa clave para el desempeño del ciclo completo

Lo que empieza bien, termina bien. Esto se aplica en la acuicultura. Cuando los peces experimentan una buena etapa post-transferencia, se adaptan rápidamente a su nuevo entorno y se alimentan bien; ganan robustez, lo que les permite sobrellevar de mejor forma los potenciales desafíos futuros, como las enfermedades infecciosas, y lograr un mejor desempeño durante el ciclo completo.

Del contrario, si los peces experimentan dificultades de adaptación en el mar, lo que se refleja principalmente con una baja tasa de consumo de alimento, serán más susceptibles a sufrir problemas de salud por patógenos, entre otros desafíos. Estas dificultades podrían no solo comprometer su desempeño post-transferencia, sino el del ciclo completo. En terreno, se ha observado que una post-transferencia compleja suele resultar en una mayor tasa de mortalidad durante el ciclo de producción completo y un desempeño más bajo, con ciclos de producción más largos, lo cual eleva los costos y disminuye la rentabilidad.

Los principales desafíos post-transferencia

Existen una serie de desafíos comunes posterior a la transferencia en el mar que pueden afectar la salud, el bienestar y el desempeño de los peces.  

  1. Estrés y Daño Físico: La manipulación, el transporte y la llegada a un nuevo ambiente son inherentemente estresantes para los peces. Esto puede resultar en:

    • Daño de escamas y aletas: Aumentando la susceptibilidad a infecciones por patógenos, como Piscirickettsia salmonis, la bacteria causante de SRS.

    • Estrés fisiológico: Elevación de cortisol, inmunosupresión y alteración del metabolismo.

    • Pérdida de apetito: Lo que conlleva a un menor crecimiento y desarrollo.

  2. Adaptación al agua salada (smoltificación): Aunque los smolts están fisiológicamente preparados para el agua de mar, la transición no es instantánea. Un proceso de smoltificación incompleto o revertido puede generar:

    • Desequilibrio osmótico: El pez lucha por regular su balance hídrico y salino, lo que puede causar deshidratación o acumulación excesiva de sal.

    • Mortalidad elevada: En casos severos, la incapacidad de osmorregular puede ser fatal.

  3. Enfermedades y parasitosis: El estrés y el daño en la piel post-transferencia debilita el sistema inmune de los salmones, haciéndolos más vulnerables a:

    • Bacterias: Brotes de enfermedades bacterianas, como SRS, que afectan la piel, y órganos internos.

    • Virus: Mayor susceptibilidad a infecciones virales latentes o emergentes, como HSMI (PRv).

    • Parásitos: Incremento de la carga parasitaria, especialmente el piojo de mar, que puede proliferar rápidamente en jaulas marinas.

  4. Calidad del sitio y condiciones ambientales: Al estar los peces en ambiente marino están expuestos a un nuevo conjunto de variables ambientales que pueden ser desafiantes:

    • Temperatura del agua: Cambios bruscos o temperaturas extremas pueden causar estrés térmico.

    • Niveles de oxígeno: Bajos niveles de oxígeno, así como también la sobresaturación de oxígeno disuelto, son perjudiciales para la respiración y el bienestar general.

    • Floraciones algales nocivas (FAN): Las floraciones de microalgas pueden causar irritación branquial, estrés respiratorio, daño ocular y llegar a provocar mortalidad masiva.

    • Corrientes y mareas: Pueden afectar la distribución de los peces y la alimentación.

Estrategias para mitigar los desafíos post-transferencia

La industria salmonera ha implementado diversas estrategias para optimizar la adaptación y el rendimiento post-transferencia:

  • Optimización del proceso de esmoltificación: Uso de una dieta funcional específica para la sincronización de la smoltificación, como Orbit Intro T, y monitoreo riguroso de parámetros fisiológicos (Na+/K+-ATPasa, cloruro plasmático) para asegurar una smoltificación óptima antes de la transferencia.

  • Nutrición funcional: Las dietas funcionales son dietas enriquecidas con nutrientes específicos, inmunoestimulantes, vitaminas, minerales o probióticos que ayudan a los peces a sobrellevar desafíos específicos.

Por ejemplo, Intro Q+ es un alimento funcional, especialmente formulado para la etapa de post-transferencia. Intro Q+ ayuda a fortalecer el sistema inmune de los peces, promueve una óptima salud intestinal, lo que favorece la utilización eficiente de los nutrientes. También contribuye a reforzar la barrera cutánea y aumenta significativamente la cicatrización de heridas. Además, Intro Q+ tiene un efecto positivo sobre la salud cardiovascular de los peces. Al abordar de manera integral los distintos desafíos posteriores a la transferencia, Intro Q+ logra mejorar el desempeño y ayudar el pez a resistir mejor a las enfermedades.

Así como Intro Q+, otras soluciones funcionales de la gama SmartCare, ayudan a prevenir y mitigar los efectos de los principales desafíos en la salmonicultura.

·       Manejo adecuado y reducción del estrés: desarrollo de tecnologías y protocolos de manejo para minimizar el estrés durante la manipulación y el transporte, como bombas de baja presión y sistemas de transporte especializados.

Además, estas medidas se pueden complementar con una solución nutricional, como CALM, que ayuda a los peces a enfrentar mejor el estrés por manejo y contribuye a un retorno más rápido a un nivel de ingesta normal de alimento, logrando así mejorar el crecimiento.

  • Vacunación: aplicación de programas de vacunación exhaustivos en agua dulce para proteger a los peces contra las principales enfermedades infecciosas antes de su exposición en ambiente marino.

  • Tecnologías de mitigación en jaulas: uso de cortinas anti-piojos, sistemas de oxigenación suplementaria y monitoreo constante de parámetros ambientales.

  • Monitoreo constante y bioseguridad: vigilancia sistematizada de la salud de los peces, detección temprana de brotes de enfermedades y estrictas medidas de bioseguridad para prevenir su propagación.

Conclusión

La fase post-transferencia es un período de alto riesgo para el salmón de cultivo. Sin embargo, a través de la nutrición, la investigación continua, la innovación tecnológica y la implementación de prácticas de manejo avanzadas, es posible mitigar y superar los desafíos de esta etapa, la cual es decisiva para el rendimiento y la rentabilidad de la producción. Un enfoque integral permite mejorar la sobrevivencia, la salud, el bienestar y el desempeño productivo de los peces, no solo para la etapa post-transferencia sino para el ciclo completo, promoviendo un futuro sostenible para esta importante fuente de alimento.